(Este es un texto de los que Luna llamaba “escrito de una sentada”).
Desde ayer a la mañana me solivianta una suerte de síndrome de abstinencia. El motivo es que "antier" nos juntamos con los amigos y compañeros José Casas, Cristian Mallea y Hugo Fernandez Panconi, y fue uno de esos encuentros bendecidos donde todo fluye: la charla, las ideas, las miradas sobre una realidad que no nos gusta porque es fiera y lo achata todo, y la fraternidad en las ganas de que no sigan creciendo poetas, músicos y pintores que no saben que lo son. Saldrá con este nombre u otro pero al menos escribiremos, como dice Casas, "Una historia del agua y de la sed". Un crónica nuestra y para nosotros.
Carlos Semorile.
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