Por Carlos
Semorile
Hace hoy 61 años, el 8 de agosto de 1949, en la nueva sede de Radio Belgrano comenzaba a irradiarse El Canto Perdido, un programa que al decir de su creador se proponía llevar “al micrófono, no el canto de los profesionales de la música o de los letristas más o menos en boga, sino “el canto perdido” en las tradiciones populares argentinas”.
Para concretar esta
empresa, Buenaventura Luna seleccionó y preparó durante un año y medio a los
catorce integrantes de Los Manseros del
Tulum: Fernando Portal (arreglador de las voces), Mario Arnedo Gallo,
Nicolás Venancio Lamadrid, Oscar Valles, José Mariscal, Hilario Pueyo, Alfredo
Molina, Ángel Barraza, Guillermo Ruiz, Mario Rizzo, Alfredo Rado, Alfredo
Correa, Edmundo Heredia y Guillermo Gándara. Sobre ellos, decía Luna:
Ninguno
de los Manseros del Tulum ha actuado antes de ahora en la radiotelefonía. Su
canto es inocente y auténticamente campesino. Entre ellos figuran hombres de
Tucumán, Salta, Santiago del Estero,
Pero, como explicaba el
propio Buenaventura, se trataba de “un
proyecto más amplio”:
Realizar
durante el año 1950 un ciclo de tres o cuatro meses de audiciones desde Radio
Belgrano o El Mundo, con sus respectivas cadenas de emisoras. Estos programas
serían realizados por Buenaventura Luna con sus Manseros del Tulum y darían
lugar a seguir acopiando materiales de la tradición popular de tierra adentro,
al par que servirían de adecuada preparación para llevar “El Canto Perdido” a
todas las provincias y territorios. Por lo menos, a aquellos donde existen
emisoras subsidiarias de la cadena o de la estación central utilizada. Desde
aquellas emisoras del interior se transmitirían programas (cuyo número variaría
de acuerdo a la importancia comercial de la zona) de carácter regional y
animados por elementos locales que previamente habrían sido seleccionados y
reunidos por las diversas emisoras. Dichos programas serán concebidos de
acuerdo a la historia, geografía, tradiciones populares y costumbrismo locales
en cada caso; y una cuidadosa selección de ellos sería transmitida, semanal o
quincenalmente a la estación central, para que ésta, a su vez, la retransmita
por toda la cadena al resto del país.
Todas estas palabras de
Dojorti nos eximen de mayores comentarios: se trataba de invertir el flujo
habitual de las comunicaciones entre el centro y las periferias y así poder
mostrar lo propio a un país fragmentado que se desconocía. La idea misma de
pensar en una suerte de “antología
bárbara”, la intención de glosar “canciones
tradicionales argentinas” que ya en esos años la radio (el medio masivo por
excelencia de aquel entonces) no se ocupaba de difundir ni rescatar, habla por
sí misma de una mirada visionaria y pionera.
Son, en suma, planteos vigentes que forman parte del debate sobre las implicancias y responsabilidades de contar con una literatura musical propia, la misma que es amenazada por la globalización uniforme y huera de los oídos. Buenaventura Luna asistió al inicio de este proceso de empobrecimiento y, por ello mismo, al escribir El Canto Perdido -y al dirigir a Los Manseros del Tulum- entendía que continuaba la obra de un rescate colectivo y plural. Y que situar al “canto perdido” en el marco de nuestras “tradiciones populares”, era velar por un legado del que, sin falsas modestias ni atropelladas vanidades, podemos y debemos sentirnos orgullosos.
Buenaventura Luna nos hace sentir argentinos, pobladores de una misma tierra, a la que él amaba, y cuidaba como un padre a su gran tesoro, además generaba un amoroso respeto por lo nuestro. Que tipo generoso, inteligente, se nota en esto de sumar a diferentes músicos de varias provincias, él no se asegura una inútil propiedad provinciana, él ya tenía en su mente de avanzada "multiplicar es la tarea". Gracias Carlos por tu maravilloso escrito.
ResponderEliminarHola Carlos, muy interesante tu trabajo, ya estoy en campaña para ir comprando tus libros.
ResponderEliminarTe quisiera hacer una consulta, mi padre, sanjuanino, recuerda de su infancia la canción El sueño del chango pobre.
La cuestión es que nunca la pudimos conseguir, no se si forma parte de los cds de tus ediciones, o si hay alguna manera de obtenerla.
Saludos,
Diego Blanco
Diego, muchas gracias por tus palabras y conceptos. Ese tema, lamentablemente, no está entre los que llevamos recopilados hasta ahora. Pero enviame un mail (carlossemorile@gmail.com) a ver si, como una excepción, podemos darle el gusto a tu padre. Un abrazo, Carlos.
ResponderEliminarHola Carlos, un gusto poder contactarte, te cuento estoy haciendo un trabajo de Buenaventura Luna, y te quería preguntar dónde se puede conseguir un tema cualquiera de Los Manseros del Tulum, otro tema de Los Pastores de Abra Pampa y otro tema cualquiera de Los Manseros de Capayán, es para realizar un documental para radio y ando buscando algo de ellos. Al igual que busco un audio de cualquiera de los programas radiales que Don Buena hizo en distintas radios, sólo necesito un fragmento. desde ya muchas gracias Carlos y espero tener buenas noticias. Gracias
ResponderEliminarHola, deberías escribirme a mi dirección de correo electrónico (carlossemorile@gmail.com), para responder adecuadamente tu consulta. Gracias!
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