Por
Carlos Semorile
El pasado sábado 12 de octubre, se desarrolló la mesa
debate “El nuevo cancionero, historia y vigencia -Su influencia en los músicos
argentinos y latinoamericanos-”, en el marco del 9º Encuentro de Músicas de
Provincias que se desarrolla en el Espacio Cultural Nuestros Hijos. Un público
entusiasta colmó la sala para escuchar las reflexiones de Teresa Parodi,
Gloriana Tejada, Fabián Matus y Patricio Féminis. El debate estuvo moderado por
Pedro Patzer, quien rescató el gesto jauretcheano del Manifiesto del Nuevo Cancionero de dar vuelta el mapa, poniendo
al Sur
como Norte para mirar el mundo desde acá. Ello no fue casualidad. Gloriana
Tejada señaló que el Manifiesto fue
algo muy trabajado, muy madurado. Remarcó, además, un hecho trascendente: en
muchos países de la región se venían gestando movimientos de la nueva canción,
pero sin alcanzar una elaboración acabada, y fue el Manifiesto el que puso en palabras esa necesidad de los jóvenes de
aquellos años. Más importante aún: no sólo los identificó alrededor de una
proclama –por decirlo de algún modo-, sino que los interpeló como un colectivo.
Fabián Matus recogió esta idea, y llamó a los
músicos presentes a ser “movimientistas”. Bajando estatuas de sus pedestales
inmovilizantes, Matus pidió que se pensara que los firmantes del Manifiesto son nuestros contemporáneos y
que, si no fuera porque la pésima alimentación y mala salud se los llevó antes
de tiempo, “perfectamente podrían estar sentados entre nosotros”. “No son
próceres –dijo- sino gente común que un día decidieron llevar a cabo su
proyecto”. También Teresa Parodi instó a “arremangarse y laburar”, aprovechando
las nuevas conquistas como el Instituto Nacional de
En la misma línea se manifestó Patricio Féminis,
quien sostuvo que el Nuevo Cancionero está naciendo permanentemente porque
vuelve a surgir con cada nuevo intérprete que hace su aporte. Pero también
alertó sobre la necesidad de que sea de conocimiento masivo, y con raigambre
popular, para no quedar reducido a una élite de entendidos. Matus coincidió con
esta idea de que el Nuevo Cancionero se hace día a día pero, sin medias tintas,
dijo que “andamos un pelín extraviados” en lo que a poética se refiere. Y le
apuntó a la autorreferencialidad, porque hay un regodeo en las cuitas
singulares, y se ha dejado de hablar de lo que nos pasa como comunidad.
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