Por Carlos
Semorile
Como
si un Plutarco criollo hubiese escrito sus intensos destinos, Atahualpa
Yupanqui y Buenaventura Luna llevaron adelante sendas “vidas paralelas". “Mi
padre -escribió Roberto Chavero- era empleado del Ferrocarril. Era la época de
los ingleses”. Por eso mismo -porque los ingleses controlaban el trazado estratégico
de nuestras vías férreas- el padre de Eusebio Dojorti peleó infructuosamente
durante años para que los gobernantes argentinos tomaran la decisión soberana
de hacer que el ferrocarril llegase a Jáchal y los hiciera “entrar en el
progreso”.
Los
dos se criaron en ambientes rurales y -al calor del contacto cotidiano con
arrieros, pastores y labriegos- supieron tempranamente de la suerte esquiva del
hijo pobre de la “república” opulenta. Gracias a estos “maestros” y a una
avidez lectora que los consumía por igual, Roberto y Eusebio de largaron a
recorrer el país argentino siendo aún muy jóvenes. Llevaban la tierra adentro,
pero salieron a palparla en sus hombres y mujeres, en sus cantos y en sus
distintos tonos de decir lo argentino.
No
mucho tiempo después, el movimiento nacional los encontró militando en diversas
variantes del amplio abanico yrigoyenista. La vigorosa sustancia del verbo ya
era fuerte en los dos mozos, y el periodismo fue tanto una profesión como un
acto de fe en el poder transformador de la palabra. Casi enseguida, conocieron
las asperezas de la derrota, fueron perseguidos y debieron exiliarse.
Regresarían a la vida pública abrazados al folklore, y a los seudónimos que los harían trascender. Llegaron, como dijeran los jóvenes del Nuevo Cancionero, a revitalizar la canción criolla: “
i adhirió al movimiento justicialista, y Chavero al
comunismo. Estas elecciones políticas los distanciaron, pero antes dejaron su
marca en tres colaboraciones previas al ´45: “Arbolito”, “Ya ni te acuerdas
siquiera”, y “Este camino que va”. Acaso no llegaron a ser amigos “en el tramo
profundo” pero compartieron una misma pasión por el país argentino, y ambos
lucharon, desde la memoria y la matriz mestiza del canto y la música popular, reclamando
un futuro digno para nuestro pueblo.
He leído, me resulta muy interesante y esclarecedor todo lo que se pueda contar sobre Don Buenaventura Luna, una gran hombre y un gran poeta.
ResponderEliminarMe gustaría saber si hay forma de conseguir estas obras que realizaron en conjunto con Don Atahualpa Yupanqui, conseguí la letra de "Ya ni te acuerdas siquiera" es una verdadera hermosura, de un lirismo exquisito... pero no encuentro la música y me gustaría cantarla. Se agradece cualquier colaboración al respecto.
Atentamente.
Santos Vera Guayama.
Estimado Santos Vera Guayama, el único de esos tres temas de Atahualpa y Buenaventura que fue grabado es “Este camino que va” (está en el primer disco de Los Cantores de Quilla Huasi). Respecto de “Ya ni te acuerdas siquiera”, no quedó ningún registro grabado; sin embargo, años más tarde, hubo una segunda versión de esa misma letra pero musicalizada esta vez por Fernando Portal, y está grabada en el compacto “Buenaventura Luna – El Canto Perdido”, interpretada por el cantor marplatense Walter Larroquet (en Youtube, hay un video de Walter Larroquet haciendo “Ya ni te acuerdas”, que así se llama esta segunda versión). Un abrazo, Carlos.
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