El Pensamiento de Buenaventura Luna

Eusebio de Jesús Dojorti, popularmente conocido como Buenaventura Luna, fue un destacado folklorista sanjuanino nacido en 1906 en Huaco y fallecido en 1955 en la ciudad de Buenos Aires. Pese a que éste es su perfil más conocido, su trayectoria pública tuvo muchas otras facetas: fue militante político, periodista, escritor costumbrista; creador, director y productor artístico de grupos de música nativa; libretista y animador de sus propios programas radiales; poeta, músico, letrista y recitador. En cada una de estas áreas puede rastrearse una rabiosa piedad política por el semejante, por el hombre y la mujer humildes del país argentino, por la Justicia Social. Este blog intentará dar cuenta de la originalidad y la riqueza que Dojorti/Luna desarrolló en su infatigable laborar en el ámbito de la Cultura Popular: una reflexión que puede enmarcarse dentro del Pensamiento Nacional pero también, y a la vez, un pensamiento propio. Un Pensamiento Dojortiano.

jueves, 18 de julio de 2013

Las vidas paralelas de Atahualpa y Buenaventura



Por Carlos Semorile

 

Como si un Plutarco criollo hubiese escrito sus intensos destinos, Atahualpa Yupanqui y Buenaventura Luna llevaron adelante sendas “vidas paralelas". “Mi padre -escribió Roberto Chavero- era empleado del Ferrocarril. Era la época de los ingleses”. Por eso mismo -porque los ingleses controlaban el trazado estratégico de nuestras vías férreas- el padre de Eusebio Dojorti peleó infructuosamente durante años para que los gobernantes argentinos tomaran la decisión soberana de hacer que el ferrocarril llegase a Jáchal y los hiciera “entrar en el progreso”.

 

Los dos se criaron en ambientes rurales y -al calor del contacto cotidiano con arrieros, pastores y labriegos- supieron tempranamente de la suerte esquiva del hijo pobre de la “república” opulenta. Gracias a estos “maestros” y a una avidez lectora que los consumía por igual, Roberto y Eusebio de largaron a recorrer el país argentino siendo aún muy jóvenes. Llevaban la tierra adentro, pero salieron a palparla en sus hombres y mujeres, en sus cantos y en sus distintos tonos de decir lo argentino.

 

No mucho tiempo después, el movimiento nacional los encontró militando en diversas variantes del amplio abanico yrigoyenista. La vigorosa sustancia del verbo ya era fuerte en los dos mozos, y el periodismo fue tanto una profesión como un acto de fe en el poder transformador de la palabra. Casi enseguida, conocieron las asperezas de la derrota, fueron perseguidos y debieron exiliarse.

 

Regresarían a la vida pública abrazados al folklore, y a los seudónimos que los harían trascender. Llegaron, como dijeran los jóvenes del Nuevo Cancionero, a revitalizar la canción criolla: “Hasta el advenimiento de Buenaventura Luna y Atahualpa Yupanqui, el cancionero nativo se mantuvo en la etapa de formas estrictamente tradicionalistas y recopilativas (…) Fue la fijación en ese estado lo que degeneró en un folklorismo de tarjeta postal cuyos remanentes aún padecemos, sin vida ni vigencia para el hombre que construía el país y modificaba día a día su realidad. Es con Buenaventura Luna, en lo literario y con Atahualpa Yupanqui, en lo literario musical, con quienes se inicia un empuje renovador que amplia su contenido sin resentir la raíz autóctona. A ese hallazgo se sumará luego el aporte de músicos, poetas e intérpretes de las nuevas generaciones que, urgidos por desarrollar esa veta de la sensibilidad popular, han protagonizado el resurgimiento actual”.

 

Más tarde, la llegada del peronismo los encontró con miradas diferentes frente a la irrupción del fenómeno que partió en dos el Siglo Veinte de la Argentina: Dojorti adhirió al movimiento justicialista, y Chavero al comunismo. Estas elecciones políticas los distanciaron, pero antes dejaron su marca en tres colaboraciones previas al ´45: “Arbolito”, “Ya ni te acuerdas siquiera”, y “Este camino que va”. Acaso no llegaron a ser amigos “en el tramo profundo” pero compartieron una misma pasión por el país argentino, y ambos lucharon, desde la memoria y la matriz mestiza del canto y la música popular, reclamando un futuro digno para nuestro pueblo. 

2 comentarios:

  1. He leído, me resulta muy interesante y esclarecedor todo lo que se pueda contar sobre Don Buenaventura Luna, una gran hombre y un gran poeta.
    Me gustaría saber si hay forma de conseguir estas obras que realizaron en conjunto con Don Atahualpa Yupanqui, conseguí la letra de "Ya ni te acuerdas siquiera" es una verdadera hermosura, de un lirismo exquisito... pero no encuentro la música y me gustaría cantarla. Se agradece cualquier colaboración al respecto.
    Atentamente.
    Santos Vera Guayama.

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    1. Estimado Santos Vera Guayama, el único de esos tres temas de Atahualpa y Buenaventura que fue grabado es “Este camino que va” (está en el primer disco de Los Cantores de Quilla Huasi). Respecto de “Ya ni te acuerdas siquiera”, no quedó ningún registro grabado; sin embargo, años más tarde, hubo una segunda versión de esa misma letra pero musicalizada esta vez por Fernando Portal, y está grabada en el compacto “Buenaventura Luna – El Canto Perdido”, interpretada por el cantor marplatense Walter Larroquet (en Youtube, hay un video de Walter Larroquet haciendo “Ya ni te acuerdas”, que así se llama esta segunda versión). Un abrazo, Carlos.

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