El Pensamiento de Buenaventura Luna

Eusebio de Jesús Dojorti, popularmente conocido como Buenaventura Luna, fue un destacado folklorista sanjuanino nacido en 1906 en Huaco y fallecido en 1955 en la ciudad de Buenos Aires. Pese a que éste es su perfil más conocido, su trayectoria pública tuvo muchas otras facetas: fue militante político, periodista, escritor costumbrista; creador, director y productor artístico de grupos de música nativa; libretista y animador de sus propios programas radiales; poeta, músico, letrista y recitador. En cada una de estas áreas puede rastrearse una rabiosa piedad política por el semejante, por el hombre y la mujer humildes del país argentino, por la Justicia Social. Este blog intentará dar cuenta de la originalidad y la riqueza que Dojorti/Luna desarrolló en su infatigable laborar en el ámbito de la Cultura Popular: una reflexión que puede enmarcarse dentro del Pensamiento Nacional pero también, y a la vez, un pensamiento propio. Un Pensamiento Dojortiano.

domingo, 29 de abril de 2012

Semblanza de Ricardo Dojorti, el lector que reclamó “un acto de alta justicia” (Parte 3)


Pero volvamos a Ricardo Dojorti y al retrato que de él hiciera Juan Rómulo Fernández “antes de que llegase a ver minadas sus acciones políticas y sociales, y presintiera, pues, que su trabajo iba a resultar estéril”. “Tenía interés en tratar a esta persona porque me habían dicho que era la platita labrada de Huaco, queriendo con ello señalar al hombre más civilizado del lugar. Hablé con él a la luz de la luna. Su casa tenía el aspecto de cualquier antigua casona de campo; y así su esposa, que era una magnolia, resultaba un regalo ofrecido en vulgar cacharro. De la conversación con Ricardo pude sacar en limpio que este mocetón era un espíritu que iluminaba una torre de marfil (…) Cuando no andaba arando la tierra, sembrando o trillando, estaba en la casa con un viejo librote en la mano, y tan abstraído en remotos mundos que no sentía ni cuando iban a avisarle que la mesa estaba puesta” (1). 

Esta semblanza de Ricardo Dojorti es la de un tremendo lector, con un interés manifiesto por la filosofía política. Y nosotros queremos señalar que la lectura no es un acto inocente, ni está exenta de riesgos. Don Ricardo Dojorti supo leer en los libros, y también en la realidad. Gracias a ello, pudo escribir a favor de su pueblo y con evidente amor por su tierra y por su gente.

Para finalizar, apuntemos que, como contaba su hija Marina Dojorti, “don Ricardo Arístides, también sabía tocar y cantar, pero era para él nomás” (2). Y que además se le animaba a la poesía:

Padre: en las recias luchas de la vida,
cuando mi pobre voluntad flaquea,
¿Quién sino tú me alienta en la caída?
¿Quién, sino tú, me ayuda en la pelea?

Todo es mentira y falsedad y dolo,
todo en la sombra por la espalda hiere;
sólo tu amor ¡oh, padre! tu amor sólo
no tiene engaño, ni doblez, ni muere. (3)

En su evocación de Eusebio Dojorti del Mazo, el poema no refiere a ninguna situación específica, pero nada cuesta imaginar que la amargura que traslucen las palabras de Ricardo Dojorti está vinculada a sus luchas por llevar el ferrocarril a Jáchal.

Sin embargo, no todas fueron tristezas. Juan Rómulo Fernández, maravillado ante la singular dicha de los huaqueños, lo consulta a don Ricardo: “¿Y aquí todos son felices?, pregunté a Dojorti. Y él me respondió: Trillan con yeguas y no tienen vencimientos en los bancos” (4).

Recordémoslo así, como un hombre instalado entre la felicidad, los libros y el amor.


Por Carlos Semorile.

Notas:

1. En Huaco, hondonada de piedra, ob. cit.
2. “Marina Rosalba Dojorti, evoca a Don Buenaventura Luna”, artículo de Juan Romero publicado en el Diario de Cuyo del domingo 13 de marzo de 1996.
3. “A mi padre” (fragmento), poema recopilado por Hebe Almeida de Gargiulo y José Casas en Desde todos los rumbos de la estrella, Textos inéditos de Buenaventura Luna (Universidad Nacional de San Juan, 2006).
4. En Huaco, hondonada de piedra, ob. cit. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario